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La otra Camy

colaboraciones

No hay "gesto" que valga si no es mutuo (3ª parte)

Se muestran los artículos pertenecientes al tema colaboraciones.

18/05/2008

A otra madre… “Mamá, la palabra más bella del mundo” (por Araceli Rodríguez)

Como habrán podido observar, de pronto la sintonía que acompañaba de fondo a este blog se ha quedado silenciosa. Ha bastado borrar un punto en la plantilla para que brote con toda su fuerza hecha historia real esa hermosa canción de la que les hablé en el anterior post.

Cely, mi nueva amiga, una mujer de bellos ojos oscuros, grandes y expresivos, acompaña como madre y como hija el dolor de sus seres queridos. Hace un rato me ha enviado el enlace de este vídeo con el que ha querido rendir un cariñoso homenaje a su mamá.

http://www.youtube.com/watch?v=dCFaCon1fTM

Merece la pena…

Muchísimas gracias, Cely

18/05/2008 16:00. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones Hay 1 comentario.

 

03/10/2007

Trágico suceso (Una narración de mi amiga Társila Rodríguez)

Esta retalito literario cayó en mis manos de parte mi compañera Társila. Yo no sabía que tenía ese gusto por redactar cosas en sus ratos libres. Me la ha cedido de muy buen grado para hacer de ella lo que quiera y se me ocurre compartirla con todos ustedes. Espero que les parezca como a mí ciertamente sorprendente. ¡Gracias, amiga!


Otra bonita mañana de verano. Buenos días, hermanos. ¡Qué dicha haber nacido en esta preciosa isla y formar parte de estos preciados montes. Bonita estampa con ese Teide mirándonos desde lo alto. ¡Qué aire tan puro! Y pensar que parte de esta pureza y bienestar depende un poco de nosotros, los pinos.

Está empezando a hacer mucho calor, pero menos mal que corre esta brisa agradable. ¡Qué fresquita! El calor va aumentando. ¿Y esas nubes? Qué raras. Dios mío, no parecen nubes. Y huele a humo. No, no son nubes. Es humo. Hay fuego, hermanos. Tenemos que prepararnos para algo fuerte. Viene fuego hacia nosotros. Espero que esas personas que están preparadas para estos casos lo hayan visto también y puedan con este mal antes de que llegue hasta nosotros. Esta brisa que nos parecía tan agradable no va a facilitar la tarea. El fuego se acerca. No puedo respirar bien. ¡Me ahogo!

Un momento. Se oye un helicóptero. Seguro que rociará con agua y no nos pasará nada. ¡Oh, no! El agua no nos llega, el viento se la lleva, no cae sobre nosotros.

El fuego está más cerca. Ya lo siento, me está quemando. ¡Cielos! ¡Cómo quema! Aguanten, hermanos. Todo pasará rápido. Otros están como nosotros y otros tendrán más suerte. El agua los rociará o quizás no le llegue el fuego. Ya tengo el fuego encima. Siento cómo se están quemando mis ramas. ¡Qué dolor! Estoy ardiendo. Aguanten, hermanos, aguanten.

Ya ha pasado. Estamos quemados pero no se preocupen. Tenemos buena suerte de ser canarios. Se nos ha quemado el exterior, pero mientras nuestra savia siga recorriendo nuestro interior, resurgiremos de nuevo. En cuanto llegue el invierno y nos refresque con su agua, volveremos, no todos pero sí muchos, a poblar estos montes de nuevo, aunque algunas personas se empeñen en acabar con nosotros, los pinos, no entiendan que nos necesitan para seguir respirando y que también sentimos como ellos. No tenemos rencor y con un poco de ayuda en varios años volveremos a oxigenar esta bonita isla.

03/10/2007 20:15. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

 

The Flying Gropper (por Erik Cichosz)

Por entre los vericuetos de un pasado que ya pertenecía al olvido apareció una historia prendida a los suaves colores de este hermoso cuadro de Erik Cichosz. Gracias, Erik, por darnos a conocer tanta hermosura.

"Y ahora te contaré un cuento, por llamarlo de alguna forma, porque es totalmente realidad:

Desde muy pequeña, recuerdo que en el patio de mi casa había una hiedra que adornaba toda la pared y mis padres se sentían orgullosos de la frescura que aportaba y lo bonito que se veía el patio cubierto de ese verdor que trepaba por toda la pared. Hasta que cierto día repararon en que las raíces de la hiedra no permitían crecer ni vivir a las demás plantas y flores, que el verdor de las hojas oscurecía e incluso helaba el patio y que los compartimentos de cemento del poyo que contenían la tierra estaban rasgándose como papel de seda. Se pusieron a investigar, llegando a la conclusión de que la poca tierra que quedaba en el poyo apenas alcanzaba para ocultar una verdadera vorágine de raíces que ocupaba totalmente las jardineras, así que decidieron arrancar la hiedra. Para la raíz bastó con sustituir todo el contenido del poyo por tierra nueva, pero para las patitas que cada tanto se agarraban de la pared hubo que emplear mucho empeño y aun así, esas patitas quedaron por muchos años allí fosilizadas, incluso después de varias manos de pintura y otros métodos.

Un par de años después de erradicarla totalmente, un lagarto tuvo la desgracia de caer dentro del aljibe del agua de beber, supongo que buscando frescura iría. Mis padres decidieron vaciarlo y limpiarlo para reponer el agua cuando lloviese. Con tal sorpresa que, cuando mamá se internó en el subsuelo, descubrió una prodigiosa rama de hiedra dentro del aljibe que, inexplicablemente verde, puesto que allí abajo era totalmente imposible la luz para realizar la fotosíntesis, había atravesado y agrietado la pared del aljibe para llegar hasta el agua.

Acabo de confirmar con mamá que esto que te cuento no lo he soñado y le sorprende que yo lo recuerde porque era muy pequeña cuando sucedió, puesto que fue en los años 70 y yo nací en 1968.

Hoy el patio no tiene el poyo, el aljibe sigue ahí pero ya no se usa y la pared donde se agarraba la hiedra es de azulejo, pero hay unas pocas macetas con plantas y flores que, aunque más sencillas, también lucen preciosas. Pero de la hiedra por fortuna no queda ni rastro".

13/05/2007 17:39. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

 

 

 

02/04/2007

A un drago "viejo, solitario y orgulloso".

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Hemos recibido en nuestro correo una instantánea de la última producción icodense salida del pincel magistral de Erik Cichosz.

¡Salud, Erik! Muchísimas gracias por tu colaboración y "nunca las mañas pierdas".

02/04/2007 10:44. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

 

23/11/2006

San Andrés 2006. (por Erik Cichosz)

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Hoy el disco duro de este viejo cacharro está que estalla de regocijo. Acabo de recibir en mi correo electrónico, para este humilde lugar de la red, un mensaje del gran Erik Cichosz con un archivo adjunto de su cartel anunciador de San Andrés 2006.

Yo hubiera jurado que, a juzgar por la publicidad que se le ha dado a esta magnífica obra, tan llena de imaginación y maestría, los promotores de la fiesta, los que ya sabemos, se debieron tropezar con ella en cualquier esquina de una calle de Icod; que no fue parida por las manos sabias de ese artista que ha dejado la estela de matices cromáticos de su obra por los cinco continentes para venir a parar a este pequeño rincón del mundo; que no se merece que alguien le nombre el mérito por ser nuestro pueblo digno de ser recreado por la sabiduría y la creatividad de tan magnífico artista.

Sé que las palabras no tienen la dimensión que quisiera que tuvieran:

Muchísimas gracias, Erik, en mi nombre y en el de todos icodenses.

23/11/2006 10:28. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones Hay 4 comentarios.

17/09/2006

Contestación al comentario anónimo en el artículo anterior


Autor: Anónimo

Criticar es muy sano, esté o no la persona criticada de acuerdo. Lo que no es sano es descalificar e insultar porque sí. Lo que único que usted hace con ésto es desacreditarse a sí misma ¿o es que no puede opinar y mostrar su rechazo sin necesidad de descalificar? Personalmente, y sabiendo que es usted educadora, le aseguro que no dejaría que ninguno de mis hijos asistiese a sus clases. Primero aprensa a respetar a los demás, aunque no estén de acuerdo con usted. Se lo agradeceremos todos.

Estimada/o lector/a:

Tengo potestad para eliminar su comentario si quisiera, y sin embargo no lo voy a hacer, porque respeto su opinión aun viniendo desde esa dulce cobardía que nos proporciona siempre el anonimato (aunque aquí es fácil adivinar de quién exactamente viene el comentario).

Acepto que hay gente que opina distinto que yo y acepto que hay gente que me odia por lo que digo y que hay gente, a mi alrededor todos los días, lo cual es hasta arriesgado, que desearía que esto fuera el Nueva York de Al Capone para fusilarme a mí y a mis opiniones para siempre. Y también, desafortunadamente, hay gente que pretende que mi opinión cambie para que su camino no tenga ningún escollo, pero no les voy a dar ese gusto.

No soy consciente de haber descalificado ni insultado porque sí, como usted dice, porque siempre he tenido una razón para mis opiniones, que puede que quien me lee no las comprenda o las comparta. En mi modesto conocimiento no son ni insultos ni descalificaciones como usted pretende, y si lo son, a su juicio, le agradezco que me diga cuáles, que con mucho gusto buscaremos una solución intermedia. En este sentido siempre pido a los que me leen con asiduidad que si aprecian algo inadecuado que me lo digan. Muchas cosas las he modificado por esa regla de tres. Estoy segura de que todo se puede mejorar.

Por el momento, por sus hijos no tiene que preocuparse que ahora mismo por lo que observo, y usted así lo cree, están "a salvo" (espero) en las manos de sus progenitores y deseo que sus padres, que usted misma/o, los eduquen, por lo que más quiera, antes de que lleguen a nuestras manos, para que no haya tantas bajas por depresión entre los compañeros de mi profesión debidas a malos tratos psicológicos -e incluso físicos- de los alumnos y hasta de los padres hacia los enseñantes (Le invito a mirar las cifras de bajas por depresión en cualquier sindicato de enseñanza), pues no somos ni yo ni usted quienes decidimos quién les da las clases a sus hijos sino la Consejería de Educación o en su caso una entidad similar.

Desgraciadamente hay padres muy prepotentes que piensan que sus hijos son el respeto personificado porque ellos mismos los han educado a su imagen y semejanza, pero qué equivocados están. No se imagina la de veces que he deseado que un padre vigile cómo se comportan sus hijos a través de un agujerito de la puerta del aula. Se llevarían muchas sorpresas.

Yo, para su información, y a pesar de que se consideran términos sinónimos, soy Doctora en Filología Hispánica, o profesora de Lengua y Literatura, que no educadora porque esta tarea considero que es principalmente de los padres, o incluso de los maestros. Yo puedo presumir de que no tuve en mi carrera ni una sola asignatura relacionada con la pedagogía, pero en este mundo del trabajo hay que ganarse los garbanzos como Dios nos da a entender, o como nos ordenan los de arriba, a veces de forma incomprensible e injusta. Así va el mundo: profesores trabajando en la construcción, ingenieros reponiendo estanterías de supermercados, y gente sin capacitación en cualquier oficina del ayuntamiento. Es lo que hay. Algunos se consideran buenos educadores de sus propios hijos y para nada lo son. A mí concretamente me hubiera gustado más que aguantar niños insolentes y malcriados, analizar sintácticamente cadenas de lenguaje hablado, curvas de entonación y fonética, pero en mi casa se come y no aire precisamente y estas cosas no dan para vivir, así que lo tengo como hobby.

Le agradezco mucho su comentario y sobre todo que me haya leído tanto, porque hace falta tener mucha paciencia y haber leído mucho en esta página para llegar a sus conclusiones. Gracias por dedicarme su tiempo.

17/09/2006 12:01. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

 

23/06/2006

ICOD

¡Qué cosas me pasan! No puedo por menos que sentirme abrumada porque comencé a escribir en este blog como hobby y últimamente salen a mi encuentro verdaderas obras de arte que, en mi modesto conocimiento, me veo incapaz de calcular su verdadero valor literario.

Hoy ha llegado a mis manos un texto que, para mi sorpresa, recuerda muchísimo a aquellos solemnes pregones de las Fiestas del Cristo de mediados del siglo pasado, de aquel Icod culto, elegante y majestuoso en que vivieron personajes como don Emeterio Gutiérrez Albelo o don Andrés de Lorenzo Cáceres. El autor, cuya callada dedicación a nuestro Icod bien vale más que un reloj de oro, ha decidido mantenerse en el anonimato por considerarse a sí mismo un "escritor frustrado" y me ha permitido, con esa bondad desinteresada, sacar a la luz esta alhaja.

Es un verdadero honor para mí revelar el "pecado" y una verdadera pena no poder decir quién es el "pecador" que dedicó a su esposa estas líneas admirables:

ICOD

El canario, acostumbrado como está, a la sujeción que le impone el limitado suelo de la Isla, acariciado en toda su extensión por la ola que siempre rompe en la orilla, lleva impreso en su corazón un particular sentimiento de férreo apego a esta parte del Atlántico, poblada de islas, simbiosis de mar, de lava, de verde y de azul.

En los icodenses el arraigo es aún mayor, al sentirnos vigilados por la dimensión del Teide, el coloso isleño, y ser este el lugar de privilegio donde mejor muestra su singular belleza, pues aquí proyecta la sombra unívoca de su cara norteña.

Icod, popular, cálido, grato y acogedor, moderno, y al mismo tiempo sumergido en las esencias de su pasado, venera las costumbres y tradiciones que nos legaron nuestros antepasados que, intactas, se transmiten de generación a generación de icodenses; hasta hoy se mantienen y conservan. Es un oasis de paz y de alegría en medio de la agitación y de las preocupaciones de estos tiempos. Nos dicen que tenemos la inmensa fortuna de vivir en un medio que permite hallar el sosiego que parece perdido en otros lugares; sabemos muy bien quién nos da ejemplo permanente para recibir al visitante con los brazos totalmente abiertos, extendidos a la cordialidad y la bienvenida.

Con ocasión de la recolección de la uva y de la vendimia, en fechas propias de lagar, de barricas, de mosto y de alegría, cada año, en todos los caseríos y pagos de Icod, uno a uno, sin pretenderlo, rendimos homenaje a nuestros mayores, a través de fiestas que de forma popular se organizan y desarrollan en cada barrio. Lugares en los que, en esta época, afloran tradiciones que nos llegan con la pureza y sencillez de nuestra gente, como "Los Hachitos", que iluminando senderos y caminos al son de la música más expresiva de nuestro folklore, llenan de luz la noche víspera de la festividad de San Juan... el baile del Tajaraste, que al compás del tambor y de la flauta, evoca los días más alegres del aborigen... los típicos cestos, bollos y cintas, que cuelgan de las ermitas... el olor a mosto recién nacido y los cantares de las vendimiadoras... la expresión en la mirada ilusionante de los pequeños en la contemplación del cocodrilo, el lagarto, que cuelga del techo de la ermita de Las Angustias, sus carreras por las calles del lugar, en temerosa huida ante la danza pagana del paso del diablo y la diabla... la caricia brisenta y la percepción del musgo que penetra en nosotros durante el viaje junto a la embarcación desde la que los pescadores rinden pleitesía a lo largo del recorrido costero a la marinera Madre del Carmen... el eco alegre del deslizar de tablas por nuestras calles en la festividad de San Andrés y la ilusión de la juventud por el arrastre en esos días... el deseo de los mayores por conservar esa tradición en especial... la diversión contagiosa de nuestras muchachas en la recogida de la rama del poleo para adornar las plazas... el amor a este trozo de tierra canaria en los días que en La Mancha celebramos Romería, en la que nos invaden los más puros sentimientos por lo nuestro, por nuestro origen, las notas de la flauta y del tambor, la alegría que brota del timple, de la isa, de la folía... Culmina este arco de luz, de flores y de folklore, los días de las Fiestas Mayores de la Ciudad, en los que, con gozo, renovamos la fe que profesamos a la humildad doliente y crucificada de nuestro Cristo del Calvario.

Icod, no es el asombrarse ante el Drago Milenario, símbolo, mito y leyenda viva, ni tampoco el conjunto que representa su parque y aledaños, en que admiramos el exotismo de la flora autóctona y un muestrario de los más puros elementos de la arquitectura tradicional, ni siquiera la belleza paisajística de nuestro valle, monte y playa.

Icod de los Vinos, lo icodense,

Es, el sentimiento que nos invade al imaginar la ruda labor de nuestros antepasados para levantar la maraña armónica de nuestros parrales y los bancales de las huertas escalonadas, sin duda alguna hechas con el sudor de las manos encallecidas del agricultor;

Es, el olor al mosto joven del que en Septiembre se impregna;

Es, degustar el dorado fruto del viñedo, en la bodega, o a la sombra de un lagar de madres añejas;

Es, la singular luminosidad del conjunto de nuestros pagos y barrios;

Es, el lujurioso verdor de las medianías, de los pinares, de los acantilados, de las playas...

Es, sentirse permanentemente vigilado por la majestuosidad del Teide...

Es, el lugar donde descansan mis abuelos, padres, y todos los míos, donde nací y mis hijos, donde, con la mujer que amo, comparto las tristezas y las alegrías de la vida.

Me siento icodense hasta lo más profundo de mi ser;

Amo a Icod.

Me extasío con Icod;

Mas, cuando, en los atardeceres, recorro los caminos y veredas que conducen a la playa, y en mí confluye la dualidad del monte y del mar, pues en mi cuerpo penetra, y trato de saciarme, el aromático e inconfundible perfume, suave y fresco, del frondoso pinar, azulado en ese momento de débil luz, y contemplo, embelesado, el espumajoso vaivén, acompasado y constante, violento por la furia característica de su bravura atlántica, el verde mar de la bahía de San Marcos...

Amo a Icod.

23/06/2006 23:05. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

03/06/2006

Alberto Salazar y sus escarceos surrealistas

Si algo he sacado en claro durante este curso escolar en el Manuel de Falla es que un día cualquiera y sin proponértelo mucho, entre una multitud de alumnos desmotivados y culturalmente inapetentes, puede ser que te topes con un futuro artista. Alberto es un chico muy tímido y bastante calladito, de esos alumnos que destacan de entre la muchedumbre sólo en determinados momentos y, sin apenas proponérmelo, he tenido el privilegio de recibir algunas de sus redacciones, las cuales eran opcionales dentro de los trabajos de clase, pero él fue de los poquísimos que trabajaron con ahínco. Cuando leí esto me quedé bastante sorprendida, pues previamente había leído un cuento que me había enseñado y que había ganado un primer premio de redacción estando él en primaria, pero esta vez no tenía nada que ver. Al leer el título me dije que ésta iba a ser la Caperucita de toda la vida pero sin embargo me encuentro con una faceta de Alberto con sus escasos quince años dando seguros y osados pasos en plan surrealista que me quitaron el hipo. Pero uno de sus cuentos, de corte muy sensible y romántico, no lo consiguió presentar al concurso del Día del Libro por no tener un ordenador para pasarlo a limpio como requerían las bases y yo no pude echarle una mano porque el plazo se extinguió en los días que estuve de baja.

Al igual es que le he cogido cariño a este muchacho que adorna con ingeniosos dibujitos y comentarios sus exámenes para sacarme una sonrisa, pero les recomiendo que lo lean:

CAPERUCITA ROJA (Por Alberto Salazar)

Caperucita roja era una niña de trece años que vivía con su madre en el bosque. Todo en esta frase es normal, ¿no? Pues las apariencias engañan, ya que Caperucita y su madre no vivían nada mal, porque tenían un zulo en el que habían instalado laboratorios de armas químicas que usaban para matar a la polilla de las papas y para matar a… ¡Nada! Porque lo único que habían conseguido era destruir dieciséis cosechas de papas y a un equipo de fútbol al que todo el mundo odia (en especial la ciudad de Barcelona), compuesto por un equipo de galácticos (en el Planeta de los Simios lo son, aunque no se lo crean), que eran más matados que una panda de campesinos dirigiendo una empresa de Microsoft, y también poseían una plantación de marihuana, que está protegida por un tremendo arsenal de armas. En fin, vivían tremendamente bien.

Tenían vecinos, los mongolos (de Mongolia), que trabajaban en el laboratorio.

Un día, la madre de Caperucita le dijo que fuera a ayudar a su abuela a exterminar a los gremlins con unas armas nuevas que los mongolos habían creado. (En realidad era una excusa de ella para liarse con un mongolo). Caperucita cogió las armas, tres en total, y se fue en un bombardero hacia la casa de su abuela para ayudarla.

Cuando llegó, la abuela estaba acorralada en su yunque por el FBI, la CIA, todas las fuerzas militares y la policía. Caperucita se asustó, pero recapacitó. Miró el pedazo de bombardero que tenía y las tres armas que le dio su madre y dijo:

-Aquí va a haber una masacre.

Entonces disparó dos misiles teledirigidos y derribó los dos helicópteros que estaban allí. En ese momento saltó del bombardero y gritó: “¡¡¡Visca el Barça!!!”, sacó la primera arma, que tenía la forma de una pelota de fútbol, apretó un botón que ponía PULSA AQUÍ y se abrió un cargador de unas 2.059.197 balas que cayó al suelo con su propio peso abriendo un hueco de unos veinte metros de profundidad. Al terminar de escalar el hueco (en lo cual se tardó dos horas), se dio cuenta al llegar arriba de que había dejado esa arma tan estúpida al fondo del hueco y volvió a buscarla. Al llegar arriba de nuevo se vio rodeada por veinte millones de personas. Caperucita sacó una segunda arma, un muñeco de peluche, y entonces todo el mundo se echó a reír.

-¡Un muñeco de peluche! ¿Ésa es tu defensa?

Entonces al apretar la barriga del oso, un gas afectó a diez millones de policías que se convirtieron en gallinas y salieron corriendo.

Caperucita entró en el yunque en el que estaba su abuela y le dijo:

-¿Qué ha pasado?

La abuela contestó:

-Estaba en la azotea tendiendo la ropa y maté una mosca en vía de extinción y después mandé un cohete a la Luna para plantar marihuana y entonces apareció toda esta gente. Me acusan de tener una plantación ilegal en la Luna.

Entonces Caperucita dijo:

-Yo tengo una en la cara oculta de la Luna y nadie me ha dicho nada. Esto es una injusticia, hay que luchar por ello.

-Pero Caperucita, no tengo nada con que defenderme.

-Todavía tengo una tercera arma, pero no sé qué es.

-Sácala y averigüémoslo.

Caperucita sacó una maceta vacía y no entendió nada. Entonces se acordó de lo que le dijo su madre: “Si alguna vez te doy una maceta vacía, no pienses que sólo es eso, pues es una máquina para hacer olvidar a la gente lo que quieras. Úsala bien”.

Caperucita entonces usó aquel aparato e hizo olvidar todo lo ocurrido a toda aquella gente y así poder regresar tranquilamente a casa de Caperucita. Al llegar allí todos pensaron:

-Por culpa de la marihuana nos hemos metido en este lío. Tenemos que destruirla.

Y así fue como Caperucita destruyó la plantación de marihuana y el laboratorio de armas químicas. Entonces todos vivieron tranquilos y felices sin ninguna cosa ilegal en sus vidas (excepto la plantación de marihuana en la Luna…).

03/06/2006 23:57. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones Hay 2 comentarios.

19/05/2006

Una décima de Jorge Chávez Rancel

Mi alumna Desi Fariña, una joya de niña, le ha pedido a un amigo de su padre que colaborase para un trabajo que les mandé a los alumnos de mi clase de lengua con una décima y, por arte de birlibirloque, digo yo que será, resulta que ese amigo es a su vez amigo del poeta cubano Jorge Chávez Rancel, afincado en Tenerife desde 1998 y cuyos antepasados son de San Miguel de Abona. A través de este amigo del padre de Desi, Jorge no sólo me ha dedicado una décima, sino que me ha enviado también un ejemplar de su libro “Décimas de un emigrante. Cuba-Canarias”, publicado en 2004 por la Asociación Cultural de las Islas Canarias y prologado por José Luis Concepción.

Para mí supone un tesoro, y agradezco a Jorge, a su amigo y a mi niña Desi el poseerlo y poder compartirlo ahora con ustedes:

Aunque somos muy pequeños,
Nuestra vida tiene impulso.
Tal parece que este curso
Es como si fuera un sueño,
Estudiando con empeño,
Siempre siguiendo la diestra,
Así es cómo se demuestra
Todo lo que aprendemos aquí,
Poniendo al alto de un rubí
La moral de la maestra.

19/05/2006 12:46. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones Hay 1 comentario.

 

17/02/2006

Encuentro con el Drago (por Erik Cichosz)

Ayer también recibí una sorpresa muy especial que ha tenido la amabilidad de enviarme un gran artista enamorado de Icod como es Erik Cichosz. Siento que está humilde página no esté a la altura de un presente de tal calibre, pero por mi parte la reproduzco a continuación como un pequeño tributo a su desinteresada admiración por nuestro pueblo.

Se trata de los versos que acompañan la presentación del cartel de los Encuentros del Drago:

ENCUENTRO CON EL DRAGO

Bajo la sombra verdigrís
de tu milenio
escondes, entre pliegues
de rugosa corteza
un gesto risueño,
al contemplar la rueda
formada por la gente
de pueblos más lejanos…

Hijos de mil naciones,
que al socaire del jugo
del alísio norteño,
se tratan como hermanos,
bailando alegremente,
límpios de rabia,
y alejados de penas,
fatigas y presiones…

Abiertos de mente
corean las canciones
de una isa en cadena,
al son de ese timplillo
tocado estilo isleño,
con manos de raíces
empapádas
del rojo de sangre curativa…
re-quemadas,
del fuego del volcán avecindado
y manchadas…
del negro de la lava dormida…


ERIK CICHOSZ
30 noviembre 2005

 

17/02/2006 18:59. Autor: laotracamy. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

20/11/2005

Desolada (por Sabi Izquierdo)

Estoy sola en luna llena,
la noche está estrellada
y mi dolor en el pecho me envenena,
mi corazón sufre y mi alma está desolada,
no aguanto este dolor que me condena,
pensar que por ti yo estaba encadenada.
Esa noche sufrí esta pena,
llegaste a casa con labios y perfume que te delataba.
Me puse como una fiera, pero a la vez serena,
eso a ti te encantaba, verme sufrir te llena.
Esa noche me dejaste por tu amante que te gustaba,
eso era un acto, pensé en cortarme las venas.
Desde entonces para mi la vida no vale la pena

20/11/2005 17:47. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

13/11/2005

Sabi, una adolescente que ha descubierto su homosexualidad

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El mundo entero está equivocado,

A una hermosa flor han maltratado.

Sus bonitos pétalos están decaídos,

Y sus latidos ya están medidos.

 

Su tallo es voluminoso

Con esos colores tan hermosos.

No saben apreciar su envoltura,

Simpática y madura.

 

Esta noche buscará su corazón,

Estará escondido en su habitación.

 

Esta flor piensa

En la madrugada intensa

Que si su amor se ha callado

Es porque no la ha apreciado.

 

Al hablar de esta flor,

Me acuerdo de otra, de ti, mi amor.

 

13/11/2005 16:54. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

18/05/2005

LAS SARDINAS DE MI BARRANCO (Por Elías Benigno Pérez Pérez)

Vivo en Icod de los Vinos, territorio de mi querida isla de Tenerife, en el Barrio de Buen Paso. Tengo gratos recuerdos de mi infancia, en una vida pura, en la que los hijos de los agricultores nos adaptábamos a la situación que por aquellos días nos tocó vivir. Recuerdo especialmente a mi maestro Don Eduardo Puertas, que tuvo en cierto momento ochenta y tres alumnos en su escuela de Doña Juana. La ruta de mi casa al colegio transcurría por el Barranco de Buen Paso, llamado El Cuarto. Un día caluroso de agosto, allá por los años 1942 al 44, y en una mañana apacible de verano, la naturaleza se volvió gris y extraña, pero no en la costa, sino en la parte alta, en el monte, en las faldas del Teide. Una tormenta se ceñía a mi montaña horas más tarde, sin lluvia en la costa. Se percibía un ruido ensordecedor que venía del monte. De repente, la furia de las aguas se dirigía por el barranco hacia el mar, con la rapidez y la fuerza de un huracán, arrastrando todo lo que encontraba a su paso. La tromba de agua gigantesca rugía y se abría paso, llevándose las cabras y cochinos de los Señores Báez barranco abajo, hacia la mareta. La gente alarmada veía en los puentes cómo el agua corría por el barranco. Un vecino de la zona, Don Ángel Mirabollo, que subía de La Punta, al ver a la gente admirada, dijo: “Pos… pos ¿cómo sería si el agua en vez de bajar subiera para arriba?”
Fueron tantos los árboles, pinos, hayas y brezos, que una gran extensión del mar se tiñó de tierra y escombros del monte. Yo acostumbro, al recordar tal fenómeno y contárselo a los nuevos, decir que hasta las sardinas desde el mar saludaban montadas en los restos de los árboles.
Hoy en día este barranco y otros que hay en mi pueblo los transito diariamente, sobre todo el Barranco El Cuarto. Hace aproximadamente sesenta años que pasó lo que les he contado. Después de esa fecha escasamente ha llovido para que corran los barrancos. Pero ahora viene lo peor de mi historia. Contemplen hoy en día cómo están mis barrancos, empezando por que los que hacen los puentes no tienen ni idea de lo que significa “correr el barranco”. Mis barrancos están obstruidos de basuras, de árboles de todas clases y hasta de las cabras y el macho de mi cuñado. ¿Qué piensan ustedes al recordar estos tiempos pasados? Sólo en mi poca ironía… ¿qué pasaría en mi pueblo si nuevamente desde el mar me saludaran mis sardinas?

18/05/2005 10:59. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.

Las langostas llegaron al pueblo (de Gloria Socas Díaz)

Érase una vez un pueblo que vivía del cultivo de sus verduras. Un día caluroso un agricultor vio cómo una langosta roja se había posado en una sus lechugas, se acercó y vio que era una langosta africana.
No le dio importancia. Pero al llegar la tarde se vio rodeado de langostas que se comían vorazmente sus cultivos. Más tarde salió a la calle y comprobó que todos sus vecinos se estaban quejando del mismo caso, así que fueron a quejarse al alcalde. El alcalde decidió llamar a un amigo suyo que tocaba el tambor en la banda municipal. El alcalde le encargó al muchacho que tocara el tambor para espantar a las langostas, que él le pagaría una gran suma de dinero. El tamborista aceptó porque le parecía bien la suma de dinero que le ofreció el alcalde. Fue a su casa y cogió el tambor y se puso a tocar por todos los cultivos. Con este escándalo consiguió espantar todas las langostas. Cuando terminó se dirigió al ayuntamiento a cobrar lo acordado. Pero el alcalde fue muy brusco con él y no le dio nada. Así que el tamborista se fue enfadado al centro de la plaza y a voces con su tambor convocó a todos los vecinos para contarles las maldades del alcalde. Fue tanto el tumulto que se armó que llegó a oídos del alcalde y para evitar que sus vecinos se le enfrentaran, fue corriendo a entregarle el dinero.

18/05/2005 10:51. #. Tema: colaboraciones No hay comentarios. Comentar.